Depresión y Psilocibina
La psilocibina aún se mantiene en la Clasificación I de las sustancias controladas, es decir, que no son seguras de usar, incluso en un entorno controlado, pero la buena noticia es que en los últimos años se han venido realizando estudios que reconocen su efectividad en el tratamiento de la depresión refractaria.
La psilocibina ha sido considerada por la FDA como 'terapia innovadora' para el tratamiento de la depresión refractaria.
Sus efectos terapéuticos tienen que ver con el efecto agonista de la PSILOCINA con la serotonina, un neurotransmisor cuyos niveles se encuentran alterados durante la depresión.
En las imágenes cerebrales de pacientes que han tomado psilocibina se evidencia una disminución de la actividad y el flujo sanguíneo a nivel de la amígdala, que se encuentra hiperactivada durante la depresión y ansiedad. Estos cambios sugieren que partes del cerebro se resetean por el efecto de la psilocibina.
Gran porcentaje de las personas que han formado parte de estos ensayos con psilocibina, que tienen historia de tratamientos farmacológicos prolongados y sin éxito alguno, manifestaron una notoria mejoría de sus síntomas.
Los ensayos realizados excluyen a personas con historia personal y/o familiar de psicosis por temor a que el consumo de psilocibina pueda detonar una equizofrenia latente.